Ardiendo ante
mi
se encuentra mi
alma perdida...
Sobre largas
llamas de incandescencia infinita
sobre maderos
que en algún momento sirvieron de soporte en el día a día.
Entre lenguas
llameantes arden los sentimientos
todo aquello
que me hace ser...
Una pira que yo misma he forjado
Una pira que yo misma he forjado
que yo misma he
incendiado avivando el fuego con suspiros ahogados
de esos que no
dicen nada pero callan demasiado
quejidos roncos
que reverberan en lo más profundo de mi.
Y
yo...
Plantada de pie
ante la gran hoguera me siento encadenada
sujeta por las
muñecas al frío acero de mis pensamientos
con el juicio y
la sentencia hacia mis demonios
pero también hacia los ángeles que me amparan...
pero también hacia los ángeles que me amparan...
Y si no puedo
salvar a los dos que ardan todos...
Pues ambos forman parte de mi
y yo nada puedo hacer...
Ellos arden y yo con ellos...
Pues ambos forman parte de mi
y yo nada puedo hacer...
Ellos arden y yo con ellos...