Una vez, no se dónde, me contaron
un sabio pensamiento,
sus palabras sencillas desvelaron
el pasado, el futuro y el momento.
Un infantil, genial, profundo cuento
de bellas mariposas
que, de horribles orugas del lamento,
nacieron a reír entre las rosas.
Este es mundo de orugas quejumbrosas,
de larvas del dolor,
que ignoran la existencia de las rosas
y del místico vuelo en el amor.
La vida es el instante del temor
a no salir un día
del claustro del capullo al resplandor,
de la agonía actual a la alegría.